Pelar y cortar las remolachas en rodajas finas.
En una cacerola, calentar el vinagre, el agua, el azúcar, la sal, el eneldo seco y el ajo picado hasta disolver el azúcar.
Agregar las rodajas de remolacha a la mezcla y hervir durante unos minutos.
Retirar del fuego y dejar enfriar.
Colocar las rodajas de remolacha en frascos esterilizados.
Verter el líquido sobre las rodajas en los frascos.
Cerrar herméticamente los frascos y almacenar en el refrigerador durante al menos 24 horas antes de consumir.