Lavamos bien cada uno de los huevos.
En una cazuela ponemos dos litros de agua y los llevamos a ebullición.
Agregamos una cucharada de sal, cinco cucharadas de vinagre.
Agregamos los huevos lentamente con la ayuda de algún utensilio para que no se rompan.
Dejamos hervir durante 12 minutos y retiramos.
Sumergimos los huevos en agua fría hasta que se enfríen.
Los pelamos y reservamos en un plato.
Esterilizamos un tarro de cristal con agua hirviendo.
Colocamos los huevos hervidos en el tarro.
Cortamos la cebolla en aros.
Picamos el ajo.
En una cazuela ponemos el agua y el vinagre.
Agregamos el ajo, las cebollas y todas las especies.
Removemos y mezclamos hasta llevar a ebullición.
Hervimos durante 15 minutos hasta que infusione.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Agregamos la infusión sobre los huevos hasta cubrirlos completamente.
Reservamos en la nevera durante mínimo 10 días para empezar a consumir.